Polígono "Fratres": La conjura de los necios

GARCÍA-AGUILERA COLLADO, Javier.
La Conjura de los Necios. Polígono “Fratres” 1985-1987.
Revista “Oeste” nº 13. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura. Cáceres, 1995.

En la segunda mitad de los años 80, el Ayuntamiento de Cáceres, que era el propietario del 56% de los terrenos del polígono de Los Fratres (antigua estación de ferrocarril) tuvo la oportunidad de ordenar una gran extensión de terreno en el centro de la ciudad. El arquitecto que redactó junto a Ricardo Bofill y Antonio Campesino el primer proyecto del polígono, cuenta los entresijos de esta desafortunada operación urbanística en la que Cáceres perdió, a manos de la especulación inmobiliaria, la oportunidad de continuar el eje del paseo de Cánovas hasta el borde de la ciudad.


FOTOGRAFÍA AÉREA DE LA ZONA DE ACTUACIÓN

1. INTRODUCCIÓN 

La revista ”Foro de los Balbos" del Excmo. Ayuntamiento de Cáceres, en su nº 12, (meses de enero, febrero y marzo de 1992), dedica un largo artículo al Polígono de los Fratres, haciendo incluso un "minucioso, estudio cronológico del largo proceso que va desde el 4 de diciembre de 1961, fecha de la aprobación del PGOU de Cáceres, hasta el 28 de febrero de 1992, en que se aprueba en “pleno extraordinario", el proyecto de compensación del Polígono. 

En esa descripción, el Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Cáceres (corporación ya renovada) con la ecuanimidad que ha caracterizado este régimen, hoy felizmente a punto de ser arrojado a la basura, salta impúdicamente desde el 26 de Agosto de 1981, al 20 de octubre de 1989, arrojando un ominoso silencio sobre esos años. 

Dado que, por razones profesionales, fui un testigo de excepción de lo que sucedió en parte de ese periodo, voy, desde mi posición de arquitecto, a tratar de rellenar ese “lapsus", sin duda "inadvertido” del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Cáceres. 

Para ello, y partiendo de la memoria del Proyecto de Ejecución, redactada por el arquitecto que suscribe y el catedrático Antonio Campesino, cuyo esquema metodológico seguimos y cuyo extracto ofrecemos en las páginas siguientes, hablaremos de lo que fueron las líneas básicas de nuestra actuación. 



TRES FOTOGRAFÍAS DEL ESTADO DEL POLÍGONO ANTES DE LA ACTUACIÓN


2. ANALISIS DEL DESARROLLO URBANO 

2.1. Cáceres 1900 - 1980 

Metodológicamente deben diferenciarse tres fases cronológicas en la formación de la estructura de la ciudad: 

1900 - 1940: 

El Cáceres de 1940 ofrece un aumento desagregado de tejidos periurbanos en dispersa nebulosa de parcelaciones, explicable por la increíble carencia de plano regulador. Sin él, es posible la construcción con licencias no sometidas a normativa de alineaciones y volúmenes, desconociendo los sobrantes de vía pública y cediendo terrenos y baldíos municipales para edificar, que más tarde se convertirán en obstáculos al ensanche. Tres son los frentes principales de actuación: Remodelación interna del casco en el Sector Noroccidental con retoques puntuales del viario, sin solución para el inmenso déficit de viviendas que dispara el precio de los alquileres; creación de suburbios perimetrales de absorción de la masa jornalera expulsada del casco que comporta chabolismo compactado radiocéntrico, en contraste con la planificación urbanística en damero de Peña Redonda a favor de la legislación de Casas Baratas de 1911. Al S-O, entre el borde del ensanche y la vieja estación, el triángulo -actual Plaza de América- es el topónimo nodal de confluencia de las carreteras de Castilla (Gil Cordero-Gómez Becerra), Medellín (Antonio Hurtado) y Mérida (Avda. de Alemania), en cuya margen izquierda el transporte ferroviario fija la localización de actividades manufacturadas y de almacenaje que requieren amplias superficies de manipulación. 

1941 - 1960: 

La demanda de vivienda de postguerra para 50.000 habitantes adquiere caracteres de dramatismo social. La necesidad es el argumento que todo lo justifica. 

La acción promotora selectiva, transcribe espacialmente un amplio abanico legislativo de viviendas protegidas, de renta limitada, subvencionadas y autoconstruidas, que a partir de la ayuda estatal garantizan alta rentabilidad a la inversión privada y patente de corso a las actuaciones. 

La elevación continuada de volúmenes produce el Cáceres vertical por supeditación de la demanda a los interesados de los promotores, sometidos a la desvaída norma Iimitadora de las ordenanzas de 1913. 

La sustitución de las ordenanzas de densidades de 1939 por la de volúmenes de 1945, supone una espiral de edificabilidad, que densifica el suelo urbano, reduciendo el tamaño, número de piezas y superficie de la vivienda, con grave deterioro de la calidad de vida por la carencia de dotaciones comunitarias. 

El proceso de crecimiento sigue el ritmo de las tendencias manifestadas en la etapa anterior, robusteciéndose el ensanche S-O, prolongación del salón ajardinado de Cánovas, futuro centro de gravedad urbana. Su desdoblamiento genera los ramales de Avda. de la Montaña - Paseo de Colón al E y la Avda. Primo de Rivera al O, con el correspondiente viario perimetral (Ronda del Carmen, Avda. de Guadalupe), que confluye en la Plaza de América. En dirección Sur dos actuaciones bloquearán definitivamente las posibilidades futuras de expansión: la Ciudad Deportiva y la modesta barriada de Espíritu Santo, contorneadas periféricamente por la Ronda de San Francisco. 

La valoración de la situación urbana en 1960 arroja las consideraciones consiguientes: Incorrecto planteamiento de la política urbanística por dispersión de los sectores de actuación; divorcio de las tipologías por confusionismo en la calificación del suelo edificable con medianerías vistas y rotura de los valores estéticos; escandalosa deficiencia de servicios generales y confusión y conflicto circulatorio en la Plaza de América, agudizado por la vieja estación de ferrocarril en fondo de saco que, enquistada en el ensanche S-O, ha bloqueado su proyección, desviándola hacia la ruinosa cubeta cárstica de El Calerizo. 

1961 - 1985: 

La Ley del Suelo de 1956 dota a Cáceres de su primer PGOU en 1961. Su desarrollo aparece encomendado a la iniciativa pública y privada a través de Planes Parciales, que con el apoyo de nuevas ordenanzas (1986) inauguran la era de los Polígonos debidamente urbanizados con infraestructura viaria y equipamientos. 

El programa de actuación prevé la instrumentación de actuación de 209 has, sobre las 409 hectáreas existentes, para garantizar suelo a los 125.000 habitantes del año 2005, lo que suponía una previsión de 6.600 nuevas viviendas; utopía fundada en el inminente desarrollo industrial previsto (?). 

Las directrices definen como líneas básicas la reforma ferroviaria, con el cambio de emplazamiento de la estación, para que puedan consumarse los ensanches SO-S y la Plaza de América se transforme en el nuevo centro comercial y administrativo; el ensanche O tiene como eje director la Avda. de Guadalupe y su prolongación hasta la nueva estación férrea, al tiempo que se facilita con una variante de paso a nivel la comunicación con Aldea Moret y la zona industrial del arranque de la carretera de Badajoz; al Este se amplia el sector residencial de vivienda acomodada de la Montaña, y al Norte se permite un nuevo ensanche desarraigado sobre la carretera de Torrejón. 

En 1975, al cumplirse la primera fase del Plan, los resultados evidenciaban el desajuste de instrumentación, gestión y desarrollo de los planes parciales, con desfases de hasta una década entre la aprobación y el asentamiento definitivo, la concesión de licencias a tenor de las ordenanzas consuma el deterioro del casco antiguo, coImata y densifica los polígonos periféricos y, al no desarrollar a nivel de plan parcial todo el suelo previsto en el PGOU, soporta los usos más diversos fuera del perímetro urbano. Los ejemplos más sangrantes son las barriadas clandestinas de San Marquino - Buscarruidos, Charca Musia y Junquillo, edificadas con anterioridad al Plan e ignoradas por él. 

La carencia de estudios geotécnicos unida a intereses concretos lleva a calificar irresponsablemente como zonas de ensanche áreas de El Calerizo con graves riesgos de cimentación. 

Por último, la inadecuación de los accesos viarios y la convergencia de la red en la Plaza de América producen un tráfico caótico por exceso de motorización en el ensanche, que se contagia al casco antiguo. 

El reto que se le ofrecía al Equipo A.U.R. encargado de redactar el PGOU de 1976 era total. En cambio, la coyuntura no podía ser menos favorable: crisis económica y desconocimiento de la normativa jurídica contenida en la revisada Ley del Suelo de 1976. 

Una vez más la previsión demográfica, basada en el desarrollo industrial, dispara la proyección a 213.000 habitantes para el año 2005, condenando a muerte a las restantes variables. Desde la óptica del planeamiento se trata de una propuesta utópica de clara influencia americanizante, alejada de la realidad socioeconómica de la ciudad. 

La dotación extensiva de 1.000 hectáreas de nuevo suelo, capaces para 9.000 viviendas en el urbanizable y 8.000 en el urbano, no deja de ser una fantasía distante de las necesidades futuras de una ciudad estancada. 

La enorme superficie ofertada y la baja densidad de vivienda por hectárea, aumentarían los costes de urbanización y encarecerían la gestión por incapacidad financiera de las arcas municipales para hacer frente a una urbanización difusa, no disponiendo de un ápice de suelo propio. Ello desembocaría en la no aprobación por el Ministerio del suelo urbanizable programado, manteniéndose el litigio hasta el presente. 

La falta de compromiso de la Administración en materia tan importante como el programa de la red arterial anula las expectativas de inversión de 1.500 millones de pesetas hasta 1985, complicando aún más el problema. 

 EXTREMO SUR DEL POLÍGONO, CON ALGUNOS EDIFICIOS YA EN CONSTRUCCIÓN

EXTREMO NORTE DEL POLÍGONO, CONECTADO CON LA AVENIDA DE PORTUGAL.
BORDE CON EL POLÍGONO DE "MOCTEZUMA"


3. SIGNIFICACIÓN DEL POLÍGONO EN EL CONTEXTO DE LA CIUDAD DE CÁCERES 

El desplazamiento de la vieja estación de ferrocarril en 1963 a su actual ubicación, constituye la propuesta prioritaria del PGOU de 1961 para el desbloqueo de la prolongación natural del ensanche, conquista que satisfacía antiguas aspiraciones de los cacereños. 

La superación del obstáculo, libera una amplia superficie ocupada por el entramado del transporte, así como los obsoletos talleres que agonizaban junto a la actividad minera de Aldea Moret. 

Las expectativas de extracción del máximo aprovechamiento a esta zona, la de mayor valoración de la ciudad, al ser prolongación natural del paseo de Cánovas y hallarse integrada en el centro de gravedad de la Plaza América, exigieron en su momento la elaboración del correspondiente plan parcial, aprobado definitivamente el 26 de mayo de 1969 y cuyos indicadores básicos consignamos. 

Nos abstenemos de efectuar un pormenorizado estudio histórico del tortuoso desarrollo jurídico del polígono, queriendo hacer constar únicamente que cuando el arquitecto que suscribe recibió, junto a su equipo de colaboradores, el encargo de modificación del PGOU en esa sub-área, el plan parcial llevaba 16 años de inoperancia a sus espaldas. 

La centralidad del espacio liberado, era incuestionable. Nos encontramos con una reserva de suelo de cerca de 20 hectáreas, en contacto inmediato con un ensanche ya saturado, donde la densidad era de 800 habitantes por hectárea y con el suelo edificable del colindante polígono “Isabel de Moctezuma”, colmatado absolutamente por las últimas promociones de viviendas de tipologías colectivas verticales. 

Estas tipologías, a buen seguro, habrán sido un argumento de peso para otorgar la declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad a esa pequeña capital de provincias, donde la repercusión del metro cuadrado de suelo en vivienda ha alcanzado valores semejantes a los de Madrid o Barcelona, en un claro ejemplo de las funestas consecuencias que para Cáceres y sus ciudadanos han tenido los pactos tácitos e inconfesables existentes entre especuladores de suelo de todo tipo y las correspondientes corporaciones municipales, desde la posguerra hasta nuestros días, sin que las corporaciones “socialistas” hayan hecho otra cosa que sumarse jubilosos al reparto del botín. 

La concesión de la licencia de edificación realizada personalmente por el alcalde saliente, Carlos Sánchez Polo, el día 3 de agosto de 1994, a un proyecto básico sin visado del COADE que vulnera de forma flagrante la normativa vigente (hasta el punto de haber sido recurrida la licencia, incluso por el Colegio de Arquitectos) es una buena muestra de lo anteriormente expuesto. 

Las magnificas condiciones de acceso del polígono, determinantes de su centralidad, casi una excepción en una ciudad con problemas crónicos sin resolver, le convertían en el suelo urbano de mayores expectativas del Cáceres de los 80. 

PLANO DE PROYECTO DEL POLÍGONO "FRATRES"


4. DATOS INDICADORES BÁSICOS 

Los indicadores básicos eran los siguientes:
  • Superficie del polígono: 178.490 m2 
  • Superficie de edificación: 179.445 m2 
  • Volumen de edificación: 538.335 m3 
  • Edificabilidad: 3,5 m3/m2 
  • Superficie media viviendas: 90-130 m2 
  • Número de viviendas: 1.380 m2 
  • Número de habitantes = nº viv. x 4 = 5.796 personas 


5. CONDICIONES DE CONTORNO 

5.1. Forma y dimensiones 

Los terrenos objeto de nuestro proyecto, tienen la forma de un trapecio irregular, cuyos lados límites y dimensiones son las siguientes: 
  • Norte: C/ Gabino Muriel. Longitud (entre ejes de calles): 150 m. 
  • Sur: Vía-eje. Ensanche sur. Longitud aprox.: 440 m. 
  • Este: Avda. Isabel de Moctezuma. Longitud aprox.: 660 m. 
  • Oeste: Avda. de Alemania. Longitud aprox.: 900 m. 
La superficie total de los terrenos es de 153.810 m2, siendo esta la superficie medida a eje de calles y excluidas superficies de uso público, en un 10%, y la destinada a escuelas. 

POLÍGONO DE MOCTEZUMA, EN EL BORDE CON "FRATRES"

5.2. Topografía 

La topografía era irregular. La zona más elevada correspondía a la de contacto con la Avda. de Alemania, a lo largo de la cual, en dirección N-S, el terreno salvaba con pendiente no uniforme un desnivel de 8 m (cotas +459 a + 451). 

En la misma dirección, a lo largo de la Avda. Isabel de Moctezuma, descendía con pendiente uniforme desde la +451 a la +440. 

Transversalmente, en sentido oeste, nos encontramos con un descenso brusco en las inmediaciones de la Avda. de Alemania hasta alcanzar una plataforma sensiblemente horizontal, a cota +450, que desciende hasta el punto más bajo, +440 , en el extremo SE del polígono. 

5.3. Naturaleza del terreno 

El soporte litológico sobre el que se asentaría el nuevo Polígono de los Fratres corresponde a una estructura sinclinal de ascendencia armoricana, perteneciente al conjunto plegado de los Montes de Toledo. 

La datación que HINDELAN realiza en la hoja 704 del Mapa Geológico 1:50.000, publicada en 1949, confiere a los suelos calizos una temporalidad devónica, mientras que los avances de la serie Magna (en publicación) la sitúan en el Carbonífero Inferior. De cualquier modo las características del roquedo, desconocidas hasta el presente por los minúsculos informes incorporados al planeamiento, ponen de manifiesto la existencia de una faja de calizas de una anchura media de 1,5 Km entre los relieves cuarcíticos y la mancha de pizarras carboníferas que ocupan el centro del sinclinal. 

Es preciso distinguir en la serie de calizas de la cuenca de Cáceres, tipologías y comportamientos diferentes según sea su alejamiento o proximidad al centro de la misma. 

El Polígono de los Fratres se ubica al N-W de la estructura sinclinal, precisamente en el cierre periclinal en un sector de calizas masivas en contacto con las pizarras que no plantea problemas a la urbanización, menos aún si tenemos en cuenta la racionalidad de los volúmenes impuestos, absolutamente innovadores en el paisaje urbanístico cacereño. Los hitos visuales del Polígono, a modo de “campaniles” de referencia, se posicionan por esta razón sobre el eje de la Avenida de Alemania. 

Por el contrario, a medida que nos desplazamos hacia el centro y sureste de la cubeta en el área ocupada por los Polígonos de Isabel de Moctezuma, Dehesa de los Caballos, Llopis Iborra y Las Trescientas, las calizas aparecen más tableadas y por tanto con mayores signos de estratificación y diaclasación cuanto más al sureste. 

Abundantes fenómenos de carstificación se detectan en la zona de salida de la ciudad por la carretera comarcal 520 en dirección Torreorgaz, con la presencia histórica de cuevas (Maltravieso) conectadas por una profusa red de galerías con canales de carstificación que avanzan en profundidad. 

La presencia superficial de dolinas recientes, a partir de los años lluviosos de 1979-80, con diámetro de 2 a 3 metros indican una fuerte actividad en toda la zona, que 'se extiende por los contornos de la Charca del Marco, dando lugar a la aparición de lapiaces intensos en la salida del ferrocarril a Mérida (La Cañada) hasta el contacto con las pizarras. 

En el área del Polígono de los Fratres no se han observado fenómenos de carstificación en el cierre N-W de la banda caliza. El sustrato geológico es, por tanto, estable por tratarse de un sinclinorio en el que las pizarras se introducen por debajo de la faja masiva de calizas disminuyendo los riesgos de carstificación y reforzando la solidez de la cimentación. 


6. ACTUACIÓN URBANISTICA 

6.1. Resumen cronológico 

El PGOU de 1961, redactado por los arquitectos Rodolfo García Pablos y Vicente Candela Rodríguez, consideraba a los terrenos en cuestión, objeto de un plan parcial incluido dentro de la 2ª etapa del programa de actuación previsto para el quinquenio 1965-70. 

El Ayuntamiento encargó a los servicios técnicos de RENFE la elaboración del plan parcial, que fue entregado el 15 de julio de 1968 y que una vez aprobado por los servicios técnicos del Ayuntamiento, obtuvo la aprobación del Pleno de la Corporación el 21 de julio de 1968. El plan definía el tipo de edificación a implantar como edificación abierta, en bloques de altura, con grado extensiva alta. 

Posteriormente, el 9 de enero de 1979, se aprueba el nuevo PGOU de Cáceres, redactado por Francisco Longoria y Genaro Alas, que recogía como plan parcial en ejecución dentro de la sub-área RP-55-2, al citado, con contenido íntegro inicial, según se explícita literalmente en el art. 245 del tomo VIII de las Normas Urbanísticas: “son de aplicación las ordenanzas del plan parcial en vigor”. 

Entre las ordenanzas del primitivo PP (1968) y las especificaciones del PGOU de 1979, existían algunas contradicciones, concretamente lo referido a: 
  • Separación entre bloques. 
  • Ordenanza de vuelos. 
  • Uso de locales en planta baja. 
  • Uso de sótanos para garajes. 

Además, el plan parcial de 1968 consideraba como normas restrictivas el nº de viviendas (que fija en 1380) y la superficie edificable, contemplando como vivienda tipo una de 130 m2 de superficie construida media. 

Dado que la evolución de la demanda había reducido el tamaño medio tipo a 90-110 m2 útiles y puesto que se mantenía como restrictiva la superficie edificable, se generaba un excedente de superficie construible sin uso adecuado, que dificultaba enormemente cualquier intento de financiación. 


7. NECESIDAD DE LA MODIFICACION DEL P.G.O.U. DE CÁCERES 

La necesidad de armonizar las normativas, puntualmente contradictorias del 68 y el 79, así como estas consideraciones de índole financiera y, porqué no, la importante demanda existente en el mercado del suelo propició, tanto en la corporación municipal propietaria mayoritaria del suelo, como en el resto de propietarios particulares, la existencia de una voluntad clara de proceder a la modificación del PGOU de 1979, reflejada en la constitución de una Junta de Compensación con todos los requerimientos legales. 

Sus bases y estatutos se aprobaron el 5 de noviembre de 1980, de acuerdo a lo especificado en el artículo 126º-1 de la Ley del Suelo de 1975 y el 157º-2 del Reglamento de Gestión de 25 de agosto de 1978. 

Planteada por esa Junta de Compensación la necesidad de proceder a la ejecución del polígono y previo acuerdo de la comisión permanente del Excmo. Ayuntamiento de Cáceres de 14 de enero de 1985, se contempla como cuestión inicial y básica la modificación del plan parcial para adaptarlo a las ordenanzas del PGOU. 

Se invitó, en un concurso restringido, a una serie de arquitectos que debían presentar sus propuestas junto con un equipo multidisciplinar de colaboradores. El encargo se adjudicó al equipo encabezado por mí y que contaba con la participación de: 
  • Ricardo Bofill. Taller de Arquitectura de Barcelona S.A. 
  • Victoriano Roncero. ICCP 
  • Mª Antonia Burgos. Economista. 
  • Antonio Campesino. Catedrático de Geografía Urbana de la UEX. 

El paso de Victoriano Roncero a cargos de responsabilidad política, propició su sustitución y la de su equipo por otro dirigido por el ICCP, Juan Mayordomo. 


8. OBJETIVOS Y CRITERIOS DE ACTUACIÓN 

8.1. Objetivos 

Los objetivos que nos propusimos conseguir eran variados y diversos: 

En primer lugar y desde un punto de vista estrictamente jurídico-legal, dar cumplimiento en cuanto a sus fines, a lo especificado en el PGOU de 9 de enero de 1979, que recogía íntegramente, como ya se ha dicho en su artículo 245º lo especificado en el plan parcial de 1968. 

Desde un punto de vista socioeconómico, introducir en el mercado de suelo una superficie de casi 20 hectáreas, con las características de singularidad que concurrían en “Fratres”, nos parecía también un objetivo esencial, sobre todo en una coyuntura económica (año 85) de claro estancamiento de un sector, el de la construcción, que posee una indudable capacidad para influir al alza o a la baja, en los niveles medios de paro provincial, regional y nacional. 

Otro objetivo, más ambicioso, era ofrecer a esa informe capital de provincias, masacrada por años de especulación, incompetencia profesional y corrupción administrativa, una razonable propuesta de ordenación, sólidamente vinculada teórica y prácticamente a la más positiva tradición de construcción de la ciudad, con la pretensión, tal vez ingenua, de generar una pauta que pudiera ejercer un cierto efecto pedagógico sobre el contexto. 

Se trataba entre otras cosas de: 
  • Generar una estructura urbana, de una alta compacidad visual, con autonomía formal suficiente para permitir una fácil lectura de la misma y que sin embargo se incorporara a la estructura preexistente complementándola. 
  • Conectar funcional y formalmente el corredor urbano de uso mixto, que discurre a lo largo de Cáceres en dirección “SO", el paseo de Cánovas, con esta ampliación, facilitando así la dinámica de traslación de personas, usos y actividades hacia la Cruz de los Caídos y la Avda. de Alemania, dando así cumplimiento a uno de los objetivos manifiestos del PGOU de Cáceres. 
  • Lograr una relación diversa, complementaria y equilibrada entre los espacios libres y construidos, mediante la utilización de formas lineales, semiabiertas y cerradas, que permitieran en función de la relación puntualmente deseada, recuperar el contacto con la “naturaleza controlada” de nuestro espacio libre, contacto aniquilado por los feroces procesos especulativos cacereños, contundentemente plasmados en zonas aledañas. 

Profundamente convencidos de la relación íntima e interdependiente entre célula habitable y forma urbana, los tipos arquitectónicos serán utilizados como elementos configuradores de la misma, relegando la normativa, elemento abstracto colmatado de parámetros cuantitativos a un verdadero papel. 

El uso de la paradigmática forma lineal, “ZEILEMBAU”, y variantes, de acuerdo con la mejor tradición centroeuropea, nos permitía definir nítidamente el borde Oeste y simultáneamente la construcción minuciosa del interior, definiendo a través de la forma de la vivienda colectiva el lugar público por antonomasia, la plaza, conectada con dos amplios “salones peatonales” semiabiertos, que pretendían dotar de un ámbito espacial privilegiado, no sólo al polígono Fratres sino a todo el ensanche S-O de Cáceres. 

Otros objetivos más concretos eran: 
  • La reducción de los costes de urbanización mediante la adopción de tipologías distintas, con mayor ocupación de suelo, que las definidas en el primitivo plan parcial. 
  • Dotación de zonas verdes y deportivas de uso público, liberándolas en lo posible del carácter residual que ordinariamente se las concede. 
  • Flexibilización en los usos del institucional público. 
  • Posibilidad para las parcelas de aceptar, tanto subdivisiones como agrupaciones mínimas, con el objeto de lograr una mayor flexibilidad del mercado. 

8.2. Criterios 

El criterio segundo para colonizar adecuadamente este territorio fue simple: La sobreposición al mismo, de una estructura geométrica reticular modulada, que permite ordenar directamente y de forma clara, precisa y mensurable el espacio; sistema tan antiguo (Mileto de Hippodamo, s. V. antes de JC) como eficaz. 

El módulo escogido fue de 11 m, dimensión “ideal” de la profundidad del bloque lineal para viviendas de superficie útil de 90 m2, con cuatro dormitorios y doble orientación, que constituían el 80% del programa. 


9. DESCRIPCIÓN DE LA ORDENACIÓN GENERAL 

La Ordenación General del polígono está condicionada obviamente por la forma y topografía del terreno y por la estructura del acceso viario perimetral. 


  • En esencia consiste en la creación de un gran “boulevard” central, que acoge una amplia plaza porticada en su interior, conectada por medio de espacios peatonales al borde Norte con la C/ Gabino Muriel y al borde Sur, con la nueva estación de autobuses, situada sobre una plataforma natural a cota -8 m, con relación a la Avda. de Alemania. 
  • Se genera una frontera en Avda. de Alemania mediante bloques exentos (B+6) y viviendas unifamiliares adosadas, que escalonándose, permiten absorber los cambios de nivel existentes. 
  • El contacto con la C/ Gabino Muriel se resuelve, generando una plaza exclusivamente peatonal que asuma las presiones producidas por edificios de excesiva altura que existen y/o existirán en la calle. 
  • A lo largo de la Avda. Isabel de Moctezuma, se dispone un área edificable para uso institucional público, en edificios de baja altura, que no establezcan competencia con los bloques del Polígono de Moctezuma. 
  • En el borde Sur, se genera una amplia zona verde de 30 m de ancho, como barrera amortiguadora de contacto con un terreno de echadizo, carente de interés. 
  • Las zonas deportivas se ubican junto al suelo de cesión obligatoria para verde público, agrupando así el suelo poco o nada edificable y se ubican en el borde Sur de menor atractivo comercial y peor subsuelo. 
  • En el vértice NO del polígono se ubica un CECOM y en el centro del borde Sur un CERCOR. 
  • En el vértice SO se ubica una gasolinera en terrenos del MOPU. 

En el plano de ordenación general y usos del suelo, se aprecia con claridad la rotunda resolución propuesta, que se ha geometrizado rigurosamente, estableciéndola sobre una malla de 11 x 11 m, dimensiones tipo a partir de la que se generan prácticamente todas las relaciones proporcionales. 

Asimismo, se señala la red viaria y los aparcamientos que se prevén, situándose de forma que exista un reparto uniforme de la dotación de toda la zona, ubicándolos en las zonas limítrofes a las áreas de edificación residencial. Se ha procurado la mayor independencia de la red viaria con relación a los circuitos peatonales. 


10. SISTEMA VIARIO Y APARCAMIENTOS 

10.1. Viario exterior 

El viario exterior, está constituido por la Avda. de Alemania, la Avda. Isabel de Moctezuma y la C/ Gabino Muriel, vías existentes y de características conocidas, y el viario Sur, previsto en el PGOU, vía de 4 carriles en dos direcciones, que desemboca frente a la actual estación de RENFE, dando origen a un nudo viario, que deberá definirse mediante proyecto de construcción por la Dirección General de Carreteras. 

10.2. Viario interior 

El Polígono de los Fratres tiene un punto principal de acceso, desde la Avda. Isabel de Moctezuma, por la llamada Calle “B”, paralela a la Avda. de Alemania. 

Existen además dos accesos (salidas a la Avda. Isabel de Moctezuma por las calles “2 y 3”) y dos conexiones con el eje del ensanche Sur, que permitirán un tráfico fluido alrededor de la zona de uso CECOR, a la que circunvalan. 

La circunvalación se organiza en bucles, siendo las vías de 2 direcciones y existiendo una independencia casi absoluta entre las vías de tráfico y los espacios de uso peatonal. 

La calle denominada “E” es prácticamente de acceso a los aparcamientos de los bloques con fachada a Avda. de Alemania. 

10.3. Aparcamientos 

Se prevén aparcamientos en superficie en las márgenes laterales de las vías de tráfico en nº aproximado de 700. En cumplimiento de las Ordenanzas Municipales en vigor, se contempla la ubicación en sótanos de una plaza de garaje por vivienda. Asimismo en el vértice N-O del polígono se ubicará un garaje para 500 plazas, debajo del centro comercial previsto. 

Las características geométricas de todo el viario, se reflejan en los planos y en los perfiles longitudinales de los ejes de las calles. Las de vialidad se complementan con las indicaciones del plano de ordenación general, que contiene el balizamiento para el señalamiento de los pasos de peatones. 

En el trazado de las calles, se ha procurado mejorar las pendientes del terreno natural, para conseguir la regularización de las rasantes de las calles, que en general se mantienen inferiores al 3%, excepto los tramos de contacto de las calles 1, 2, 3 y 4 con la calle “E”, en la que se alcanza el 8% de pendiente. 


11. NOTAS MARGINALES 

La tramitación de los proyectos fue complicada. Las estrategias cambiantes de alguno de los propietarios tendentes a dilatar “sine-die” el proceso, obligó a realizar entre 1985 y 1987, por dos veces los proyectos de ordenación y urbanización, sometidos luego a una minuciosa supervisión municipal “por goteo”, que obligó incluso al equipo redactor a presentar una queja, al entonces alcalde Juan Iglesias Marcelo y al cambio de puesto de una “eficaz funcionaria”. 

La demora en la tramitación se ha debido, sin duda, a un problema de indemnizaciones, pero también y fundamentalmente a la manifiesta falta de decisión política y la patética incapacidad del propietario mayoritario del polígono: EI Excmo. Ayuntamiento de Cáceres, que a pesar de poseer el 56,70% (a las puertas del 60%, mayoría absoluta), fue incapaz de conducir el proceso con energía. 

Manipulado por algún miembro de la Junta, que lo era a su vez de empresas promotoras (propietarios de terrenos que se estaban instrumentando contemporáneamente y que se construyeron con años de antelación) y representado en la Junta del Polígono por unos personajillos ineptos, el Ayuntamiento claudicó frente a estrategias exclusivamente mercantiles de grupos de presión “instalados entre bastidores”, que veían peligrar la rentabilidad de sus promociones periféricas si se procedía a la ejecución inmediata de Fratres. Estrategias que fueron puestas en conocimiento del entonces Alcalde, Carlos Sánchez Polo, con desconsoladores resultados, como luego se comprobó. 

La necesidad de llevar a los tribunales a la Junta Rectora del Polígono por parte del equipo redactor por incumplimiento reiterado de sus compromisos (Junta presidida entonces por un incapaz ferroviario), no fue más que el colofón obligado que puso de manifiesto la catadura moral de algunos de los miembros de la misma. 

La desaparición de algunos ejemplares del proyecto, entregados en el Registro del Ayuntamiento, cuyas fotocopias aparecieron en algunos despachos de agentes de la propiedad inmobiliaria, fue una clara muestra del sano ambiente de camaradería y fluida ósmosis que reinaba en la Corporación. 

Todas estas cosas y lógicamente muchas más que escapan a este sucinto resumen, suceden entre 1985 y 1988, y espero sirvan para rellenar al menos en parte, ese deliberado “agujero negro” del Gabinete de Prensa de la corporación municipal ya sustituida. 


12. COROLARIO 

Contemplado el proceso con la posible objetividad que la distancia en el tiempo suele provocar y vistos algunos edificios ya construidos, debo decir que uno de los objetivos claros que perseguíamos se ha frustrado. 

La búsqueda de un lenguaje unitario en las propuestas formales que dotara al polígono de contundencia visual, era uno de nuestros objetivos prioritarios, aunque éramos conscientes de la dificultad del empeño. 

La disparidad y trivialidad de las propuestas ya ejecutadas no permiten ser, a mi juicio, optimista sobre los resultados finales. 

Espero y deseo que los valores implícitos en la ordenación propuesta, el rigor de la geometría subyacente y por tanto su «eficacia urbana», se sobrepongan a la previsible catástrofe edilicia, de la que escapará sin duda, el Centro Cultural de los Fratres, tal vez la obra pública de más entidad de la provincia de Cáceres, sufragado por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, que ayudará a cualificar el vértice SE del mismo. Por cierto, su proyecto se ha encargado a un ex-director general de la Junta de Extremadura. ¿Para cuándo los concursos públicos de proyectos de arquitectura?.